Me presento desnudo a las elecciones




Abandono la rosa marchita, dejo volar a la gaviota, abro los dedos de la mano y la extiendo, en lugar de levantar el puño en alto, la valentía del nudismo político. Adiós ideología, adiós mordida, me presento sin prendas ni prebendas, me presento sin partido, sin el lastre de un equipo de acatadores, sin tener que repartir nominas a los afines.

Sin financiación bancaria, sin obligaciones pre contraídas, nadie me aúpa, nadie me coloca, me presento con lo puesto, con ideas y un proyecto. Cumpliré un programa para todos, trabajare por el bien de España, no por el de un partido, no por el de mi bolsillo, no por el de mis donantes.

Con el pecho al descubierto, sin escudo, ni coraza, avanzando en territorio hostil, pero por el camino las ideas se marchitan, los golpes debilitan, la sangre empieza a brotar, las calumnias se abren paso, el ocaso se acerca presto, antes incluso de que empiece a salir el sol.

Votaremos una vez más, pero no por mí, que no me presento, pero...¿por quién?

Por las ideas marchitas, porque nos gobiernen los mercados, por quienes ocultan su ideología, o votaremos a las personas, a sus ideas y proyectos.

Que será de nuestra España, ¿volveremos a las Taifas?, o podremos, incluso ejercer nuestro derecho a decidir si pagamos impuestos. No, eso no, en España se paga, pero en Panamá o Andorra, quizás consigamos pagar un poco menos.

Se abre la carpa, leones y payasos, el espectáculo comienza, ¿hay que pagar entrada?, pasen y vean. Mientras los leones devoran sus impuestos, los payasos ya no se ríen, no tiene ninguna gracia el espectáculo.

Botar o Votar, arrojamos y despojamos a los corruptos del poder  o elegimos representantes honrados y competentes,  lanzamos la pelota para que rebote o la agarramos con firmeza para coger el testigo de los votos de una ciudadanía, que ve como se pasan por el forro su voz y su voto.

No quiero votar otra vez, voy a votar lo mismo.
Imagen | gaelx

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